La erótica del guisante: Poemas para desnudar el alma
Antes de empezar tengo que recalcar que mi única relación previa con el mundo de la poesía era de la mano de un gran artista, poeta incuestionable:
Por ello nunca creí que estaría escribiendo una crítica de un poemario. Pero, como me comprometí a hacerlo, aquí esta mi primera reseña literaria: ¡La erótica del guisante! Poemas para desnudar el alma. Podemos deducir que mi criterio poético es bastante amateur, pero esto servirá para darle otro enfoque, más relacionado con lo que he sentido que con los recursos y juegos del lenguaje. Así que sin más preámbulos...
Como bien brinda el título, ella esta desnudando su alma, aunque quiera engañarnos con un detalle picante. Claramente no es un poemario erótico, es un poemario de emociones truncadas, de sufrimiento y algunas alegrías. E incluso, si rememoramos sus poemas más alegres, podemos ver la inseguridad agazapada tras cada pensamiento. Otros de sus poemas son, en contraposición con los primeros, viajes de alucinógenos caducados. Estos versos llenos de esquizofrenia pueden inspirar perfectas pesadillas o relatos de terror.
Por ello, podría sacar en claro, que la autora es una drama queen. Una mujer que se ha desvivido y desgarrado por cada uno de sus amantes, a los cuales colecciona en este poemario. Y, aunque los vea individualmente separados, constituyen una única imagen de ese hombre al que ella desea. Pero por el cual, si hurgamos un poco más en su miseria, podríamos sacar rechazo y hasta hastío. ¿Quién es la persona que realmente inspira esta figura? ¿Quién es la persona a la que ha intentado sustituir con tantos amantes?
Otra de las facetas que más me han gustado de la autora, pues al final se ha expuesto íntimamente con cada poema, es su orgullo propio. Pues, cuando ha estado herida, no ha dudado en rechazar a sus amantes, viéndoles casi como gusanos. Y disfruta la visión de cómo se arrastran por ella, en un tono cruel y despectivo. No puedo negar que, en otras partes, parecía contradecirse (algo propio del alma humana) y parecía querer ser una corderita sumisa y una loba dominante. Era como ver a dos mitades de la misma persona, luchando por ver cual ganaba y cual perdía. De hecho, en ocasiones, sus letras me invitaban a dominarla y en otras a rendirme a sus pies. Tal fue el efecto que, en mis notas, he llegado a marcar un Femme fatale al final de una reflexión.
Pero más allá de esos brotes de rebeldía, se encuentra una mujer frágil, como desencadenante recurrente. Por lo que es más fácil llegar a empatizar con esa imagen quebradiza y, por tanto, entender mucho mejor sus pensamientos o sentimientos.
Para que entendáis lo que os expongo pondré unos pequeños ejemplos que encontré reseñables a lo largo del libro:
Frágil: En donde se nos presenta a ella misma encerrada en un ataúd. Pero en realidad afirma que tiene miedo de no trascender como artista.
Recuerdos: Se habla de la muerte de alguien, sospecho que querido, aunque al leerlo me transmitió distancia. Como si la muerte fuera esperada o se hubiera mentalizado para dejarle partir.
Vacío: Aquí nos muestra una especie de madurez pesimista. Pues la artista abraza su miedo y su desconcierto como algo natural, como que forma parte de la vida.
También tenemos una amplia colección de poemas sobre la soledad, tanto comparando ese sentimiento con el invierno, como con algo que hiere o como algo cavernoso.
Tragedia: Este es un claro ejemplo de cómo se añora a un antiguo amante. Llegando a compararle con la propia literatura y, por supuesto, con el tono de soledad que caracteriza esta etapa.
Mantis: Es casi la declaración de una bruja, en la que quiere desatar su lado femme fatale y a la vez abrazar al diablo. Nos muestra una vertiginosa espiral hacia la depravación que, obviamente, quería experimentar.
Y a continuación, las siguientes estrofas y poemas, nos muestran un resurgir. Un “empoderamiento” que, lejos de aclararnos si es real o ficticio, se apodera de la autora.
Y así sigue hasta el final del libro, cumpliendo nuevos ciclos de enamoramiento y pérdida, volviendo a sus estados anímicos de inseguridad o de realzamiento.
No me atrevo a sacar luces y sombras, debido a que desconozco el campo de la poesía, pero si puedo resaltar que ha sido un libro ameno y grato a la hora de leer. Aunque sí le pondría un reproche, no a su literatura, si no a la autora, debería tener más fé en sí misma.
En conclusión, me parece un excelente libro para inicializarse en la poesía, pues la autora utiliza un lenguaje cercano que no rebasa el nivel del lector inicial. Y muchos de sus versos te trasladan a un momento y un lugar, asociado a una emoción. Haciendo del libro casi un juego, animándote a sentir lo que ella sintió. Y, si puedo afirmar algo en conjunto, de la autora y de la obra, es que me ha enamorado su manera de discurrir e incluso de narrar dentro de su poesía.